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"CC OO no es un sindicato de izquierdas, es sólo un sindicato"

Pregunta. En ocasiones se le ha tachado de defensora de la banca. ¿Cómo lo ha vivido desde un sindicato de izquierdas como Comisiones?

Respuesta. Comisiones no es un sindicato de izquierdas. Es un sindicato a secas. Desde hace muchísimos años. No sé qué es un sindicato de clase. Somos un sindicato de carácter general, pero no de derechas ni de izquierdas.

P. Este pensamiento ¿le ha provocado choques con otros sectores del sindicato?

R. Sí los he tenido, pero no creo en el sindicalismo marginal, de pocos y muy selectos, sino en el que construye modelos y cambia la realidad haciendo cosas, no sólo denunciando cosas. Cuando la corriente mayoritaria era de Izquierda Unida algún sindicalista decía que estaba en el PSOE. Hoy, como lo políticamente correcto es estar en el PSOE, dicen que soy del PP.

P. ¿Iría en las listas del PP?

R. El PP no me ha hecho ninguna propuesta, pero me habría parecido un honor... igual que si hubiera sido el PSOE.

P. ¿Estará en las listas del PP en las próximas elecciones?

R. No he dicho eso. Sólo que es legítimo ir en las listas del PP.

P. ¿Le parece bien el programa económico del PP?

R. Muy interesante en algunas cosas y negativo en otras, como el del PSOE. No estoy de acuerdo en rebajar los impuestos. Sí coincido con Rajoy en buscar pactos de Estado en inmigración, en política internacional, en educación y en los contornos del Estado...

P. ¿Cómo fueron los comienzos sindicales en banca, con la crisis económica?

R. Se acabaron los acuerdos ilegales entre los siete bancos. Llegaron las fusiones, se pactaron prejubilaciones y se abrió una situación con la que se pudo incrementar el tamaño, liberalizar el sector y realizar una gran inversión en tecnología. El sindicato construye con los banqueros el modelo de cambio. El Banco de España ayudó, con la aportación de Miguel Martín, como subgobernador.

P. ¿Fue sencillo encontrar consensos con los banqueros?

R. La situación era difícil, todos estábamos débiles y eso ayudó. El sector se transformó con rapidez. Se abarató el crédito, tanto para los ciudadanos como para las pymes y el resto de las empresas. El resultado es que hoy en el sector trabajan más personas que entonces y, a la vez, la banca española es la más eficiente del mundo en banca minorista.

P. ¿Cómo logró Comisiones ser la mayoritaria del sector?

R. Siempre ganaba UGT. En las elecciones de 1987 se ganó por primera vez y pasamos de 10.000 afiliados a casi 100.000, de los que 60.000 están en banca. Es una cuestión de trabajar en lo grande y en lo pequeño. Hay que atender a la gente en las sucursales, ver los problemas concretos que tienen. Es tan importante como para la empresa que la cuenta de resultados salga adelante. No habrá empleo y buenas condiciones si la empresa no es rentable.

P. ¿Qué queda pendiente para su sucesor, José María Martínez?

R. La conciliación laboral y familiar. Empecé esta discusión hace 24 años y no se ha resuelto. Es el problema más grave.

P. ¿De qué está especialmente orgullosa?

R. De conseguir que el Santander haya distribuido 100 acciones gratis a todos sus trabajadores. Por una vez, todos hemos tenido una misma remuneración.

P. ¿Por qué ha adelantado un año su salida?

R. Llega una nueva realidad que exigirá otros planteamientos. La crisis financiera afectará a la economía y al sector. El sindicato tendrá la inteligencia para no aplicar lo de siempre sino adaptarse a lo que corresponda para defender a empresas y trabajadores.

P. ¿Cómo ha sido la relación con Emilio Botín, presidente del Santander, y Francisco González, del BBVA?

R. Botín es un banquero de estirpe, disfruta de su trabajo, con lo pequeño, con las estrategias... González es un directivo más interesado en la tecnología, en lo que él denomina la modernidad.

P. A usted le han atacado por su patrimonio inmobiliario...

 

R. Me parece insólito lo ocurrido. Ha sido un intento de ataque a Fidalgo para acabar con la independencia de CC OO. No se me acusa de nada ilícito, sino de tener un patrimonio, deudas y gestionarlo con prudencia. No me he aprovechado de mi condición de sindicalista para obtener préstamos ventajosos. Tengo un crédito al 65% del Euríbor como cualquier empleado del Santander.