Imprimir

El tiempo es el espacio en que se desarrolla el hombre. El hombre que no dispone de ningún tiempo libre, cuya vida, prescindiendo de las interrupciones puramente físicas del sueño, las comidas, etc., está toda ella absorbida por su trabajo para el capitalista, es menos que una bestia de carga. Físicamente destrozado y espiritualmente embrutecido,es una simple máquina para producir riqueza ajena”(K.Marx - Salario, precio y ganancia.)

ORÍGENES DEL 1º DE MAYO

 

El 1º de mayo va íntimamente ligado a la reivindicación fundamental del movimiento obrero de la reducción de la jornada de trabajo. En 1866, a propuesta del Consejo General de la I Internacional al Congreso de Basilea (Suiza) se inició la reivindicación de la jornada de 8 horas. Se inicia el movimiento por esa reducción de la jornada de trabajo a 8 horas, que se desarrolló con intensidad, unidad y solidaridad clasista.

 

LA REPRESIÓN EN CHICAGO- 1886

 

El 1º de mayo de 1886, la huelga por la jornada de 8 horas estalló de costa a costa de los Estados Unidos. Más de cinco mil fábricas fueron paralizadas y 340.000 obreros salieron a calles y plazas a manifestar su exigencia. En Chicago los sucesos tomaron rápidamente un sesgo represivo, que culminó en la masacre de la plaza Haymarket (4 de mayo) y en el posterior juicio amañado contra los dirigentes anarquistas y socialistas de esa ciudad, cuatro de los cuales fueron ahorcados un año y medio después.

 

La prensa calificaba el movimiento en demanda de las 8 horas de trabajo como “indignante e irrespetuoso”, “delirio de lunáticos poco patriotas”, y manifestando que era “lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo”. ¡Cómo nos recuerdan las mismas campañas que se lanzan en el S.XXI contra los trabajadores asalariados cuando luchan por su salario y su tiempo libre!

 

A partir del Congreso Obrero Socialista de la II Internacional, celebrado en París en 1889, el 1º de mayo es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago que fueron ajusticiados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de 8 horas.

 

LA HUELGA DE LA CANADENCA – 1919

 

La huelga de la Canadenca de 1919 marca el hito por la lucha por las 8 horas de trabajo en el Estado español. El detonante de la huelga fue la rebaja de sueldos que la empresa pretendía imponer a los trabajadores del Departamento de Facturación. A la primera tentativa de organización, la empresa despidió a 8 trabajadores. El día 5 de febrero, todo el personal de Facturación se declaró en huelga de brazos caídos. Siguió el despido de 140 trabajadores, sustituyéndolos por personal de otras secciones. El día 8 de febrero toda la empresa se declara en huelga. El día 10 la empresa lanza un ultimátum y se asesina a un trabajador. El 21 de febrero de 1919 se declara la huelga solidaria en todo el sector y las empresas participadas por “La Canadenca” (Catalana de Gas, Ferrocarriles de Sarrià y Sociedad General de Aguas). Barcelona se quedó a oscuras, dejaron de publicarse los periódicos, quedaron paralizados los tranvías así como muchas fábricas de Barcelona y cercanías. El día 9 de marzo el Capitán General Milans del Bosch publica un Bando militarizando a los trabajadores pero la medida no surge efecto y hasta 3.000 obreros son encarcelados en el Castillo de Montjuïc. El Gobierno decretó el Estado de Guerra. Lo que había empezado como una protesta local se convertía en una huelga general que reivindicaba al Gobierno:

 

  1. La apertura de todos los locales sindicales clausurados

  2. La libertad de los trabajadores encarcelados

  3. El establecimiento de la jornada de 8 horas

 

LA HUELGA DE LA CONSTRUCCIÓN EN MADRID- 1936

 

Otro episodio olvidado y marginado intencionadamente por la historiografía son las huelgas de Madrid y Sevilla del 1936. Desde abril y hasta las vísperas mismas del golpe de estado se realizaron una oleada de huelgas que llegó a afectar en su momento cumbre a más de 100.000 obreros simultáneamente y que culminó con la gigantesca huelga general de la construcción a partir del 1 de junio, huelga aún inacabada cuando los militares se levantan el 18 de julio para sofocar ésta y otras luchas en curso. ¿Qué pedían estos 100.000 trabajadores en Madrid?

 

  1. Seguridad Social y subsidio de paro

  2. Tres semanas de vacaciones pagadas

  3. El establecimiento de la jornada semanal de 36 horas

  4. Derecho de jubilación y a la sanidad

  5. Aumento del 50% para los peones y 17% para los oficiales

 

¡Debido a la presión realizada en Madrid, la jornada semanal de 36 horas llegó a ser un hecho en el sector de la construcción de Sevilla ya en 1936!

 

HOY

 

Los sindicatos amarillos de todo tipo han convertido el 1º de mayo en una pálida “fiesta”, caricatura de lo que fue; lo que no nos impide a nosotros, hoy también, tener bien presentes los esfuerzos, sacrificios y luchas que se tuvieron que llevar a cabo para conseguir la limitación legal de 8 horas, el subsidio de paro y las vacaciones pagadas.

 

A todos estos trabajadores que se entregaron y lucharon y que hoy recordamos les debemos, como nos debemos a nosotros mismos y a los que están por llegar, el no permitir que estas conquistas desaparezcan, el no permitir que nuestros sueldos sigan cayendo, el no permitir que la jornada se prolongue impunemente hasta 9-10-11-12 horas en un mismo trabajo o a través del encadenamiento de varios empleos.

 

Y para ello hay que organizarse fuera de las “empresas de servicios sindicales” y reorganizar el SINDICATO DE CLASEpara poder defender nuestras condiciones de trabajo y exigir que si el aumento descomunal de la capacidad productiva ha sido puesto hasta la fecha al servicio exclusivo de las ganancias de la Patronal ya va siendo hora que revierta en los que lo hacemos posible cada día.

 

Si lo que en 1886 hacían 100 o 1000 trabajadores ahora lo pueden hacer 2 o 3, deberíamos trabajar tranquilamente la mitad que entonces. Pero la Patronal se empeña en hacernos trabajar incluso más que en 1886 generando una gran masa de desocupados y una sobreproducción que les obliga a dilapidar las mercancías para no tener que venderlas al malbarato.

 

Si la Patronal prolonga nuestra jornada laboral hasta la saciedad es sólo porque nosotros no estamos organizados para luchar en defensa de nuestros propios intereses. ¡Nosotros lo levantamos y nosotros lo podemos derribar!


¡POR UN SALARIO MÍNIMO DE 1.500 EUROS AL MES!

¡POR LA REDUCCIÓN DE JORNADA A 30 HORAS SEMANALES SIN REDUCCIÓN SALARIAL, HACIA LA ABOLICIÓN DEL TRABAJO ASALARIADO!