La ruina en la que está atrapado el sistema capitalista -inherente a la lógica aplastante del sistema, y no a la incompetencia o maldad de tal o cual desgraciado individuo “relevante” al que se convierte en el clásico cabeza de turco responsable de todas las calamidades- y el desplome de su tasa de ganancia, único dios al que rinde supremo y exclusivo culto, tiene como obligada consecuencia, una ofensiva en toda regla dirigida hacia los estratos pequeño burgueses y de la aristocracia obrera, de cuyas filas se han nutrido tradicionalmente los funcionarios y trabajadores estatales ,y que debe acabar – si no hay una movilización masiva – con su irremediable proletarización. Se van acabando los tiempos de las ilusiones ficticias de medrar e integrarse dentro de las clases dominantes, aunque fuera en los furgones de cola, de la meritocracia bobalicona y abnegada del servicio a la patria en la que han vivido y todavía viven instalados miles de individuos que tragan carros y carretas con tal de seguir con su “elevada” misión. La crisis, y no puede ser de otra forma en el sistema capitalista, se descarga sobre los trabajadores asalariados, públicos y privados. En el caso concreto de los primeros, esto supone congelaciones y reducciones de salarios, acompañadas de las privatizaciones masivas que proporcionen a las empresas una alternativa a sus ruinosos negocios, con el estado burgués como el perfecto alcahuete y colchón por obra y gracia de la privatización de la gestión de los presupuestos de la sanidad y de la enseñanza para las empresas concertadas.
En lo que atañe a los funcionarios las últimas noticias no pueden ser más reveladoras. Tras adecuada preparación de meses donde se han mezclado todas las sucias tretas del policía bueno y el policía malo, amenazas de matón barriobajero por un lado y apelaciones al “sacrificio ejemplar” los gestores (léase el gobierno de turno) del estado-patrón se despachan con una miserable subida salarial del 0’3 % para los funcionarios, medida avalada por los ¿sindicatos? Gubernamentales y subvencionados, siempre tan sensibles a las necesidades y urgencias del capital y de la burguesía, transustanciados todos ellos en el sagrado “interés de España”. Semejante medida es una tomadura de pelo en toda regla, más sangrante todavía cuando los propios expertos oficiales admiten que la inflación va a subir el año que viene un 1´5%. Se olvidan de la perdida inmensa de poder adquisitivo que los trabajadores, públicos o privados, hemos tenido en los últimos años, cuando la subida de los precios han más que triplicado los aumentos salariales, por mucho que cacareen e insistan en el dato de la inflación oficial que como todo el mundo sabe o debe saber es la estadística más tramposa – y ya es decir- de todas las que se elaboran dentro del capitalismo, donde se mezclan todo tipo de artículos que afectan de una muy desigual manera al consumo de los trabajadores y donde se recurre a datos a corto plazo para ocultar la tendencia a largo plazo, netamente inflacionaria.
Ahora bien, a falta de gratificaciones materiales, para el general consuelo y tranquilidad de los necios, se recurre al clásico expediente de los honores, medallas y condecoraciones típico de todo sistema basado en la jerarquía y la autoridad. Así se entiende la “sensacional” propuesta lanzada a bombo y platillo por la Comunidad de Madrid (Por otra parte existente en otras comunidades autónomas) de reconocer a los docentes el rango de autoridad pública en una auténtica “guardiacivilización” de maestros y profesores. Es muy coherente que esta sea la receta a aplicar en una administración que pasa por ser la campeona de la rapacidad y del saqueo de los servicios estatales y en la honorable tarea de regalar estos a la empresa privada, todo ello sazonado con la chulería y desparpajo marca de la casa. Una comunidad donde en el año en curso se congelaron los salarios a los profesores de la enseñanza pública, aunque eso si, se elevó un 30 % el salario a los directores (Lo que se quiere hacer extensivo para este año a secretarios y jefes de estudio), para que estos sean más receptivos a las tareas que les competen de ser mera correa de transmisión, látigo en mano, de todo lo que proceda de las alturas del estado capitalista. Una comunidad donde los presupuestos de educación se han reducido sistemáticamente, justo cuando aumentaba el número de alumnos, lo que se agrava notablemente por el masivo traspaso de recursos y fondos a la enseñanza privada, hasta llegar al 25%. Todos estos factores son los que explican eso que llaman indisciplina y falta de respeto: el amontonamiento de los chavales como ganado en unas clases abarrotadas y con unas ratios monstruosas, la falta de medios a todos los niveles, el concepto de la enseñanza como un sistema preferentemente de vigilancia, prevención, seguridad y control policial de las personas. Todo ello en una ambiente de embrutecimiento y degradación en el que viven millones de familias obreras son las fuentes que no generan sino frustración y agresividad en las aulas.
El otorgamiento de autoridad no puede ser tomado por un mero chiste u ocurrencia, sino que tiene toda la traza de ser el principio de una escalada muy seria para la preparación de lo inevitable. Ya se habla de imponer el saludo obligatorio - levantamiento de posaderas- y el tratamiento de usted. ¿Qué vendrá después? ¿El rezo y la plegaria al inicio del día? ¿El homenaje diario al himno y la bandera capitalista, como signo de fervor y adhesión incondicional a la patria? Tiene una lógica aplastante; si la superación definitiva de la crisis sólo se conseguirá por medio de la guerra mundial imperialista hay que preparar concienzudamente a las masas obreras para que acepten e incluso se entusiasmen ante su irremediable papel de carne de cañón, presta a ser aniquilada a la mayor gloria de la ganancia capitalista, lo que sólo puede hacer una masa narcotizada y embrutecida por Dios y la Patria, las dos drogas más devastadoras que la burguesía haya engendrado jamás. Además se matan otros peligrosos pájaros. Por un lado se desvía la atención sobre los auténticos responsables del desastre y se ofrece un honorífico consuelo en una libérrima aplicación del refrán “a falta de pan buenas son tortas”, así como la vuelta a los hermosos tiempos en los que el maestro muerto de hambre, objeto de todo tipo de proverbios y chanzas, era no obstante, una autoridad Por otra se advierte muy seriamente y se trata de disuadir de cualquier conato de rebeldía en jóvenes y mayores por irracional y caótico que parezca.
Los trabajadores estatales, los profesores, no podemos caer en este juego donde se nos degrada al papel de mera herramienta de prevención, de seguridad al servicio de lo s intereses de los la burguesía y el estado capitalista, por mucho envoltorio halagador con el que presenten tan envenenado regalo. Debemos plantar cara a un monstruo al que le importa un bledo lo que no sea la sacrosanta ganancia, para lo que está dispuesto a usar los medios más sanguinarios, directos o indirectos, sin pararse en los más monstruosos baños de sangre. Debemos crear una organización y unas herramientas de lucha y de transformación social, con el objetivo inmediato de parar esta brutal ofensiva, pero a más largo plazo promover la destrucción de un modo de producción, el capitalismo, que hace mucho tiempo agotó todas sus posibilidades revolucionarias e incluso reformistas, cuando ya sólo puede ofrecer crisis y destrucciones masivas basadas en unas teorías y principios en las antípodas de los que se nos ofrece desde las clases dominantes y sus organizaciones en las que se integra en perfecta simbiosis el sindicalismo gubernamental que a lo más que puede llegar es a ser la cara amable y las lágrimas de cocodrilo del explotador. O lo hacemos, o nos convertiremos en los dóciles guardianes doctrinales y policiales del sistema algunos y todos en ceniza de futuros horno crematorios.
¡NO TE RESIGNES ANTE LA POTENCIA DE ADOCTRINAMIENTO DEL MONSTRUO CAPITALISTA DIRIGIDA POR PP-PSOE-IUNACIONALITAS! ¡ORGANÍZATE PARA OPONERNOS Y LUCHAR COLECTIVAMENTE CON SOLIDARIDAD. LLÁMANOS Y CUÉNTANOS LO QUE PASA EN LOS CENTROS ESCOLARES DE ADOCTRINAMIENTO.
NOVIEMBRE DE 2009