Cuando algunos compañeros contactaron con los trabajadores de taquillas de Cosmocaixa el 17 de octubre la situación era la siguiente: la totalidad de la plantilla de taquillas estaba a punto de ser echada a la calle aprovechando un cambio de subcontrata, de Manpower a Lavola, y la situación de los trabajadores era desesperada, puesto que, hasta que contactaron con Solidaridad y Unidad de los Trabajadores (SUT), la respuesta que habían encontrado se resume en lo siguiente:
a) El Comité de Empresa de Manpower está controlado por UGT, sindicato donde están afiliados los directivos de la Empresa. Durante el proceso que se inició a principios de mes todas las empresas implicadas comunicaron a los trabajadores que la nueva subcontrata Lavola no tenía por qué mantenerles en sus puestos de trabajo y que podía que se quedara con alguno después de hacerle una entrevista.
b) Los asesores de CCOO, lo mismo que los Comités de la Obra Social de La Caixa y de Banca Caixa (los dos controlados por CCOO) han estado manteniendo sistemáticamente la misma posición que las empresas: no hay nada que hacer, no tienen por qué mantenerles, lo único que se puede pedir es que Manpower trate de recolocarles, etc. Así que han estado mareando a los trabajadores, incluidos sus propios afiliados, con mentiras como que esto no era una sucesión de empresas porque hay 3 empresas implicadas en vez de 2 y llegando a engañarles en el tiempo necesario de preaviso para hacer una huelga (les dijeron 10 días para que se pensaran que no tenían tiempo y no la hicieran).
c) La fecha prevista de la sucesión era el lunes 26 de octubre con cierta ambigüedad porque Lavola entraría más tarde, se barajaba la opción de una prórroga de una semana con Manpower. Por otro lado, en el formato actual del proyecto hay 20 trabajadores mientras que en el proyecto presentado por Lavola, el número de trabajadores será de sólo 9.
A pesar de la premura de la situación debido al poco tiempo del que disponíamos pudimos organizar una asamblea con los trabajadores en la que se trataron los siguientes puntos:
a.Por qué CCOO los está vendiendo y qué diferencia de planteamiento sindical proponemos desde Solidaridad y Unidad de los Trabajadores.
b.Esclarecimiento de su situación legal.
c.Plan de acción para defender los puestos de trabajo.
El primer punto se apoyó en la serie de recortes de prensa en los que se documenta que CCOO y UGT (lo mismo que el resto de sindicatos subvencionados) cobran no sólo las subvenciones por delegados y las subvenciones por formación sino que controlan los fondos de pensiones, tienen votos de decisión en los consejos de administración de las principales empresas y bancos, y cobran específicamente por cada despido o reestructuración que hacen. Diametralmente opuesta a ésta es la vía del sindicalismo de clase que impulsamos desde Solidaridad y Unidad de los Trabajadores (SUT) donde ningún compañero cobra del sindicato y la absoluta independencia económica respecto a la Patronal y su Estado es estatutariamente obligatoria. Evidentemente, de esta oposición se derivan esquemas organizativos, la participación de los trabajadores versus la delegación en profesionales, actitudes y, en definitiva, la actuación interna y externa de las organizaciones igualmente opuestas: en un caso instituciones del Estado, en el otro organización de los trabajadores y para los trabajadores.
Respecto al segundo punto, aunque costó un poco deshacer las mentiras sembradas por los “asesores” de CCOO se consiguió esclarecer la situación real que es la de una sucesión de empresa cuando, después de comentar varios casos similares (entre ellos el de los compañeros del Auditori que era familiar a gran parte de los participantes), se leyó con calma el contenido del artículo 44 que no deja lugar a dudas. De todas formas, la constatación de que legalmente Lavola tiene que asumir a todos los trabajadores no es suficiente desde el punto de vista de las necesidades de este grupo de trabajadores ya que no hay ninguna ley que garantice que éstos no serán despedidos en 2 días. Y más conociendo que Lavola pretende llevar el servicio con menos de la mitad del número actual de trabajadores.
Esto nos lleva al tercer bloque en el que se plantearon las siguientes acciones:
1.Lunes por la mañana se lleva la convocatoria de huelga a Trabajo y a Manpower para hacerla efectiva a partir del sábado por la mañana.
2.Lunes tarde-noche se celebra una Asamblea de trabajadores de Taquillas y Punto de Información a la que asistirán algunos compañeros del sindicato.
3.Martes se entregará una carta a las empresas desautorizando para la negociación a cualquiera que no sean los representantes de la Asamblea de trabajadores y anunciando la convocatoria de huelga y el comienzo de una campaña informativa.
4.Convocatoria de Asamblea con los trabajadores actuales de Lavola para apelar a su solidaridad.
El comienzo de la campaña informativa a las puertas del Cosmocaixa fue suficiente para que las empresas involucradas se abrieran a negociar, la negociación, como ya nos tienen acostumbrados, estuvo llena de intentos burdos de desmotivar a los trabajadores, plantones, etc. y una vez más se constató que sólo el hecho de que las medidas de presión (campaña informativa y huelga convocada que no llegó a realizarse porqué la empresa cedió antes) no se pararon durante la negociación (a pesar de la presión a la que fueron sometidos los trabajadores por parte de las empresas) y al hecho de que las decisiones sobre la negociación las debe tomar la Asamblea y por lo tanto los representantes de los trabajadores deben no tener poder de decisión autónomo sino ser precisamente portavoces (una vez más a pesar de lo difícil que resulta a veces romper la dinámica contraria a la que los grupos de trabajadores suelen estar acostumbrados) es la única forma de doblegar a la empresa.
Al cabo de dos días de denuncia, Lavola admitió mantener los puestos de trabajo pero pretendía hacer nuevos contratos y no mantener la antigüedad. En el corazón de todo pequeño empresario late la codicia, ambición y avaricia de una multinacional. La empresa Lavola con toda su retórica super ecológica, sostenible y familiar demuestra ser un canibal en potencia que no está dispuesta ni siquiera las minimas (por no decir minimisimas) garantías legales de los trabajadores.
Finalmente Lavola se vió forzada por la la fuerza de los trabajadores a admitir la subrogación de la totalidad de la plantilla anterior (20 trabajadores) mantenéndoles antigüedad y condiciones.
A pesar de la victoria, el grupo de trabajadores y la sección sindical de SUT en Lavola deben mantenerse en guardia ante cualquier ataque por parte de la nueva empresa, sin duda probable en un futuro próximo, ya sea como represalia ante la victoria lograda como para implementar su plan inicial de llevar las taquillas con 9 trabajadores en lugar de 20, aumentando los ritmos de trabajo, no sustituyendo a los trabajadores que causen baja, etc.