Después de que los trabajadores de BIV subcontratados por el ICAEN (Institut Català de l'Energia) decidieran organizarse con el sindicato y redactar una carta abierta que se hizo llegar a las direcciones de las dos empresas
y de que ante el silencio de éstas fueran a repartir una hoja informativa a los trabajadores del ICAEN
finalmente la empresa ha pagado lo que debía.
Organizarse para luchar contra estos abusos es un acto de consecuencia con uno mismo y de solidaridad con los demás trabajadores que han pasado y pasarán por esta empresa o por otras. Se trata de luchar por nuestros intereses inmediatos y para que "no vuelva a pasar". Pero para ser serios hay que darse cuenta que, evidentemente, volverá a pasar. Quizás no en esta empresa y en el futuro inmediato porque le habéis parado los pies, pero si en otras empresas y casi de forma ininterrumpida.
No hay ninguna forma de firmar el contrato que evite que no te paguen la cantidad y en el tiempo establecido, tampoco hay garantía legal que impida a una empresa echar a cantidades ingentes de trabajadores a la calle, como impunemente están haciendo hoy. La única garantía es cultivar el compañerismo, la solidaridad entre trabajadores, la comunicación entre nosotros para que todos sepamos como están el resto y si necesitan un cable. Hay que entender que no hay "malos" y "buenos" pero si patronos y trabajadores y que el interés de los primeros es siempre tratar de pagarnos el mínimo para que crezca su ganancia (porque ésta no sale milagrosamente de ningún otro sitio que no sea de nuestro trabajo). En SUT, tomamos parte incondicional por los segundos, que también somos nosotros.
Por esto estamos organizados, porque nos ha tocado defendernos en ya muchas ocasiones, porque en todas estas ocasiones hemos visto como los sindicatos subvencionados estaban invariablemente en la trinchera contraria junto al patrón y porque entendemos que nuestros intereses tenemos que defenderlos nosotros mismos porque lo que no hagamos nosotros no lo va a hacer nadie. Consideramos oro en paño las relaciones que a lo largo del tiempo hemos establecido con otros trabajadores dispuestos a mojarse por los demás y, cada vez que conseguimos parar un abuso, nos convencemos más del sentido que tiene mantenerlas organizadas y capaces de actuar.
Lo que ha conseguido que la empresa pagara ha sido el hecho de constatar que los trabajadores estabáis unidos y dispuestos a mantener una posición común de fuerza para defender lo que era vuestro y que, además, erais capaces de llevarla adelante. Felicidades. Os invitamos a seguir en contacto entre vosotros y a informar de situaciones similares que sucedan para que entre todos podamos seguir tejiendo los lazos de solidaridad que nos van a permitir afrontar situaciones como las que se avecinan con la crisis estructural del capitalismo a nivel mundial.