La Huelga indefinida iniciada por los trabajadores de Fotoprix contra los despidos planeados por la Empresa, contra los que pretende plantear en el futuro y en defensa de unas mejores condiciones de trabajo, sigue su curso.
En Madrid el seguimiento es casi completo, y en Barcelona hoy se han sumado tres tiendas más. Los piquetes informativos hacen su función.
En las reuniones, la Empresa sigue en la misma dinámica de no dar la información de su propia farsa e intenta mantener cara de póker acerca del desarrollo de la huelga. Ni Porfirio ni su hijo han venido tampoco hoy a la reunión.
El engranaje impersonal anti-obrero trasciende a la familia de Porfirio evidentemente y se ve claramente en la participación de los representantes de la sociedad burguesa: el Juez del Concurso (representante del Estado de la Patronal)y el Administrador Consursal (representante de todos los carroñeros que se van a cobrar su deuda a costa de despedir y exprimir a los trabajadores) respectivamente: el primero con la autorización de inicio del Juez del Concurso cuando no se daban las premisas para que empezara y con su silencio acerca de incluir al propio Porfirio así como a la empresa patrimonial del grupo Porfigon en la mesa de negociación; y el segundo con el apoyo a las medidas de despido de 197 trabajadores y de tutela de los intereses de la Empresa.
Tenemos que destacar que en centro de Sant Joan Despí (donde el Comité de UGT y CCOO ha hecho una especial labor desmovilizadora), con los huelguistas de tiendas y del propio laboratorio en las puertas, en el cambio de turno y con los dos turnos en el interior del centro, los trabajadores han parado y se ha efectuado un paro espontáneo de unos tres cuartos de hora exigiendo que el empresario bajara a dar explicaciones.
Estos compañeros tienen que entender que los 41 trabajadores afectados de St Joan Despí están condenados si no nos unimos todos a la huelga y que por el contrario tenemos mucho que ganar si juntamos fuerzas para doblegar la voluntad de las Empresas (de la concursada y de las acreedoras).
Esperamos que esta pequeña grieta abierta, permita que la chispa de la solidaridad prenda hasta convertirse en incendio general y que no pueda decirse más que los trabajadores de St Joan Despí esperaron arrodillados que el pastor Porfirio los degollara sin más después de explotarlos durante años.
No hay atajos ni recetas mágicas pero la lucha produce la única conquista que puede perdurar en el capitalismo: la extensión de la organización y la solidaridad de los trabajadores. Seguimos luchando.
¡Por la extensión de la lucha a todos los centros, empresas y sectores!
¡Contra la prepotencia patronal, huelga indefinida!