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COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS

Cómo sabéis, la empresa Singularis Catering de Autor ha presentado un ERTE por fuerza mayor que ha sido aprobado por la Autoridad laboral.

La empresa, siguiendo su política antiobrera ha dejado fuera del ERTE a los compañeros que trabajan por medio de Alta/Baja; es decir ha dejado sin posibilidad de acogerse a las medidas decretadas en relación al paro a MÁS DE LA MITAD de la plantilla de los centros de TNC, Auditori, Liceu, WTC, Barça, MNAC, etc…

Antes de la situación actual la empresa no escatimaba en irregularidades laborales para aumentar sus ganancias a costa nuestra: la situación Alta/Baja es un claro ejemplo, también lo son las reducciones de jornada unilaterales a los trabajadores fijos o fijos-discontinuos que ahora implican una prestación por desempleo miserable al tener dada de alta menor jornada que la que realmente realizan, o el desprecio más absoluto hacia las trabajadoras embarazadas a las que la empresa no paga el complemento de prestación por IT, o tener que estar sometidos a la jefa o jefe de centro para que nos dé horas porque no tenemos asegurado ni un mínimo de jornada (y ni siquiera es una garantía tenerla reconocida por contrato…) Y esto es sólo una muestra.

El grupo Elior ha hecho una inversión en Serunion de 900 millones de Euros, Serunion tiene la mayor cuota de mercado del sector de colectividades y Singularis Catering de Autor (cuyo único accionista es Serunion) creció el año pasado un 16% respecto al anterior. Con este currículum cualquiera pensaría que la empresa es perfectamente capaz (y es lo que debería haber hecho) de garantizar el 100% de los salarios a la plantilla durante esta situación, pero resulta que los negocios han ido viento en popa a costa de imponernos condiciones de miseria y de reventarnos físicamente, trabajando por dos y por tres, y cuando la empresa tiene que cerrar estas condiciones de miseria se convierten en condiciones de hambre directamente. Estamos hartos de escuchar que los empresarios son los que arriesgan, pero resulta que cuando los negocios van bien nos revientan de cansancio y cuando van mal lo único que arriesga la empresa son nuestros salarios y por ende nuestras condiciones de vida. ¡Durante la primera semana de abril la empresa ni tan solo ha pagado los salarios de marzo a toda la plantilla!

 

Tenemos que saber que el 17 de marzo se publicó un Decreto de la Alcaldía de Barcelona que establecía que las empresas subcontratas dependientes del Ayuntamiento (como el Auditori o la Fira) que vieran suspendido su contrato con la empresa principal recibirían una indemnización para poder hacer frente a los salarios de la plantilla si se comprometían a no realizar un ERTE. A pesar de ello, la empresa ha preferido no garantizar el cobro de los salarios de la plantilla y ha suspendido el contrato a una parte con el ERTE (dejándoles con un 70% del salario a cobrar en mayo y que no devengará vacaciones ni pagas durante este tiempo) y a la otra le ha dado una patada, mirado hacia otro lado como si con ellos no fuera la cosa.

 

La empresa ni siquiera se ha dignado a pagar, tal y como establece el artículo 30 del Estatuto de los Trabajadores los servicios convocados y anulados a causa del COVID19 a todos aquellos trabajadores no incluidos en el ERTE y que tenían horarios para todo el mes de marzo e incluso parte del mes de abril. Pero tenemos que saber que hay un año de plazo para reclamar que nos paguen estos servicios ¡tenemos derecho a cobrarlos y os animamos a contactar para reclamarlos!

 

¿Cuál ha sido el papel de las empresas de servicios sindicales?

 

La empresa ha marcado estas semanas con un sello: el de la UGT. A las preguntas de los trabajadores sobre nuestra situación, la empresa a través de sus directores y encargados (que nunca sabían nada) han enviado guías, trípticos y mensajes reenviados de la UGT e incluso han dado directamente el teléfono de su liberado en SERUNION para resolver dudas. Hasta han llegado a comunicar que si queremos pedir a la empresa un anticipo de la paga extra tenemos que contactar con…era de esperar: la UGT.

 

El objetivo de la empresa es mantenernos siempre dentro del redil, para ello se esfuerza en canalizar nuestro descontento a través de su alter ego: la empresa de servicios sindicales UGT (aunque también valdría cualquier otra CCOO, USO...) En Singularis no hay comité, aun así, la empresa ha decidido, y sin elecciones, que la UGT lo es y los trabajadores tenemos que pasar obligados por allí en la más pura esencia del sindicalismo vertical fascista.

 

¿Qué necesitamos las trabajadoras y trabajadores de Singularis Catering de autor?

 

Necesitamos organizarnos en el Sindicato de Clase, sin liberados, no subvencionado ni por el patrón ni por el Estado, y cuyo único interés sea la defensa intransigente del puesto de trabajo y la mejora de las condiciones de trabajo. 

Necesitamos organizarnos por medio del compañerismo y la solidaridad. La empresa juega a dividirnos, pero en la situación actual se ha visto claramente que los trabajadores estamos todos a un lado de la barricada y la empresa está al otro lado. Tenemos que romper la división entre fijos, fijos-discontinuos, y los mal llamados “extras”. No nos engañemos, si en una situación como la actual la empresa ha sido capaz de todo esto, ¿qué no hará después para recuperar las ganancias? El interés de la empresa está en igualar nuestras condiciones a la baja y para ello necesita que estemos divididos. Nuestro interés es igualar nuestras condiciones de trabajo, pero al alza: para ello debemos organizarnos fuera de las empresas de servicios sindicales y no hacerle el juego a la empresa a través del chivateo/chismorreo que siempre se demuestra que no sirve para nada.

 

La clase obrera en general estamos viviendo una situación gravísima. Debemos ser conscientes que la burguesía y su estado va a hacer recaer esta crisis, que no es más que una crisis causada por el sistema criminal capitalista, sobre nuestras espaldas. Prueba de ello es que no se haya decretado que las empresas completen el 100% de los salarios cuando, como se ha visto, no ha habido reducción de nada: ni del precio del alquiler, ni de la compra, ni de los suministros. Lo único que se ha reducido por decreto son los salarios: un 30% si estás en ERTE o despedido y un 100% a todos los que no tienen prestación. ¡Pero nuestras familias no comen un 30% menos, ni comen del aire durante el Estado de Alarma!

 

En una situación así es más necesaria si cabe nuestra organización para tener la fuerza suficiente y poder exigirle a la empresa, aunque sea retroactivamente:

 

-        El abono del 100% del salario real de los meses en los que se haya paralizado la producción: complementando la prestación a los incluidos en el ERTE según la jornada real realizada los últimos 180 días y abonando el 100% de los salarios a los no incluidos en el ERTE pagando los servicios desconvocados y el salario del mes de abril y siguientes con una media de los últimos 180 días trabajados.

 

-        El paso a fijos indefinidos de toda la plantilla: ¡A igual trabajo iguales condiciones laborales y salariales!