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Compañeros y compañeras,

 

La plantilla de Giesecke+Devrient Mobile Security Iberia SA (G+D MSI) de El Prat de Llobregat (Barcelona) y de Torrejón de Ardoz (Madrid), han mantenido una huelga indefinida de nueve días de duración convocada por Solidaridad y Unidad de los Trabajadores (SUT), en lucha por subidas salariales que compensen la inflación y la subida de los carburantes, sobre todo para las categorías peor pagadas.

 

Acuerdo de fin de huelga

 

Después de nueve días de huelga indefinida, las Asambleas de Huelguistas tanto de Barcelona como de Madrid han ratificado el siguiente acuerdo de fin de huelga:

1) Subidas lineales de 1.800€ para los salarios de menos de 30.000€. Esto supone un 10% para un salario de 18.000€ o un 8,2% para un salario de 22.000€. Unos 300 compañeros están en esta situación y tendrán la subida lineal.

2) Subida del 6% para el resto de salarios (mayores de 30.000€).

3) Plus lineal anual de 425€ pagado mensualmente para los trabajadores presenciales (es decir, que no tengan acuerdos de teletrabajo).

4) Subida de un 8% de las tablas de la empresa (salario mínimo por categoría, horas extras, compensaciones incluyendo plus del cuarto turno, nocturnidad).

5) Pago único de 250€ como compensación adicional de transporte, en el primer trimestre de 2023.

 

No es un acuerdo perfecto, pero resuelve una parte de las problemáticas que han llevado a toda una parte de la plantilla a movilizarse y a luchar por sus condiciones de vida. El acuerdo supone, de hecho, una subida lineal de 1.800€ + 425€ = 2.225€ para las categorías peor pagadas, esto es, un aumento bruto mensual de 185€ en 12 pagas o de 159€ en 14 pagas. Es decir, un aumento real en porcentaje del 12,4% en un salario de 18.000€, del 10,11% en uno de 22.000€ o del 9,27% en un salario de 24.000€.

 

La reivindicación inicial era el reparto lineal de todo el incremento salarial que habría redundado en una subida lineal mayor, pero, como mínimo, se ha conseguido fijar un mínimo y que a los compañeros de 18.000€ no les subieran los 1.080€ que se corresponden al 6% sino 1.800€, es decir, 720€ más.

 

Desarrollo de la huelga

 

La huelga se gestó en un proceso de Asambleas convocadas por la Sección Sindical de SUT con una asistencia cada vez mayor ante la situación de ahogo económico generado por la inflación y la subida de precio de los carburantes.

 

La Empresa trató de torpedear el movimiento reivindicativo que se estaba gestando con un acuerdo ficticio entre la Empresa y CCOO/UGT (minoría en El Prat de Llobregat, inexistentes en Torrejón de Ardoz) anunciado a bombo y platillo por la Empresa en una reunión con los 900 trabajadores de la plantilla en la que hizo una defensa vehemente de CCOO/UGT y una difamación igualmente vehemente del “sindicato mayoritario” cuyo nombre no puede nombrarse (SUT). En esta reunión no se podía hablar por el chat ni hubo posibilidad de intervenciones orales. Como suele suceder, la gran jugada de la Empresa para torpedear el movimiento, en realidad, acabó de prender la llama de la convocatoria de huelga. Después de la crítica realizada por nuestro sindicato, la empresa intentó rectificar al alza el supuesto acuerdo (incluyendo las tablas de salarios “mínimos” que afectan solo al 3% de la plantilla), sin convencer tampoco a la plantilla, obteniendo sin embargo el mismo resultado.

 

Al día siguiente se tomó la decisión final de convocar huelga indefinida por parte de la Sección Sindical de SUT en G+D y por el propio Sindicato SUT, con fecha de inicio el 3 de noviembre de 2022.

 

Desde este momento, la Dirección de la empresa se negó a negociar con el Comité de Huelga. La Empresa exigía para negociar la desconvocatoria de la huelga como premisa (obviamente inaceptable por nuestra parte) y la presencia de su comparsa sindical (CCOO y UGT) con la que ya había llegado a la ficción de acuerdo (también inaceptable).

 

Al estar la huelga convocada en Barcelona y en Madrid, las empresas de servicios sindicales y la Patronal tienen acordada la obligatoriedad de una mediación en su chiringuito (SIMA). Lo más relevante a señalar es que tanto el mediador como la letrada de la propia institución mintieron bellacamente diciendo que era obligatorio llamar en la siguiente sesión a CCOO y UGT (que ni siquiera tienen representación en Torrejón, que ya habían firmado su ficción de acuerdo y que estaban actuando en contra de la huelga). Obviamente, nos opusimos a pasar por ese aro. El objetivo de la Empresa y del SIMA era salvar y lavar la cara a sus sucursales sindicales subvencionadas que tan bien le controlan (controlaban) a los trabajadores. Una actuación similar de la versión estrictamente madrileña del SIMA (el ILM) puede verse aquí.

 

     

 

La huelga se inició el 3 de noviembre con un seguimiento de más del 90% en el área industrial, donde se concentran los salarios más bajos, pero con un importante seguimiento también en el área de oficinas (donde además de los habituales departamentos en cualquier fábrica hay varios departamentos vinculados con el desarrollo informático y el soporte a producción). Contamos con el apoyo de afiliados de SUT en muchas otras empresas y también con trabajadores de otras empresas del polígono de El Prat como los compañeros de Titan. En el otro lado de la valla, dentro, estaba la dirección de la empresa con los delegados de CCOO y UGT haciendo de esquiroles e intentando organizar el esquirolaje.

 

La realidad es que la empresa no se esperaba este seguimiento y su impotencia se manifestó con la aparición estelar desde detrás de la valla del Director que se dirigió al piquete diciendo que no veía trabajadores de G+D sino “chusma”. La prepotencia de la dirección determinó una vez más a la plantilla a continuar la huelga indefinida.

 

El viernes hubo una “reunión” de 10 minutos en la que la empresa se limitó a seguir sin dar una respuesta ni hacer ninguna contrapropuesta, insistiendo en sus condiciones para la negociación. Hasta el momento, la Empresa se negaba a negociar porque quería ver si realmente había seguimiento el primer jueves (y lo hubo masivo), luego quería ver si solo sería un día (pero la huelga siguió) y luego quiso ver si se seguía en el fin de semana y hasta el lunes (y así fue).

 

A continuación del éxito de las jornadas de huelga de jueves y viernes, el “cuarto turno” hizo huelga también y nadie se apuntó a las horas extras convocadas por la empresa para el fin de semana.

 

El lunes 7, los huelguistas desplegaron una acción circuncéntrica para exigir a la Empresa que se sentara a negociar y, en una muestra más de desesperación, el Director de la empresa empujó reiteradamente con el coche hasta la puerta del párking a un compañero representante sindical que le exigía que se reuniera con el Comité de Huelga, hasta que éste se apartó.

 

También se realizó una Asamblea Informativa telemática para la parte de la plantilla que estaba teletrabajando y que podía no acabar de entender bien la situación que se estaba desarrollando en la fábrica. En ella se llamó también a la solidaridad de los trabajadores y trabajadoras de la empresa para que siguieran la huelga y hicieran aportaciones a la Caja de Resistencia, que ha terminado recogiendo más de 3.000 euros solo contando la propia plantilla de la empresa.

 

Aquel mismo día, en un comunicado melodramático, la empresa anunció la cancelación de la cena de navidad por el mal ambiente que podía generarse y “no como una medida de ahorro económico” (es decir, por ambas cosas, aunque negara la segunda). Los huelguistas se fortalecieron y se dotaron de medios para hacer comida cada día para todos los compañeros en huelga. Los huelguistas cambiaron la cena corporativa de empresa para narcotizar a los trabajadores por una barbacoa solidaria diaria en el piquete para hacer piña todos los compañeros en huelga y valorar continuamente la evolución de la situación.

 

   

 

El martes la empresa propuso una reunión en el marco no del Comité de Huelga sino de los Comités de Empresa del Prat y Torrejón para poder incluir en la reunión a su comparsa sindical. El Comité de Huelga aceptó para desencallar la situación. Sin embargo, la realidad es que la empresa simplemente mareó la perdiz en una reunión que, con interrupciones, duró de 11h a 21h.

 

El miércoles los huelguistas realizaron acciones concretas para exigir avances por parte de la empresa y la empresa accedió a la exigencia de apartar a sus sucursales sindicales de la negociación al no poder sacar ningún provecho de su presencia. Además, la Inspección de Trabajo pilló a la empresa en Torrejón con las manos en la masa realizando sustitución ilegal de huelguistas, en una acción que sin embargo no le permitió desencallar los pedidos pendientes ni evitar los retrasos.

 

Llegados al jueves, la empresa intentó la jugada de ofrecer una cantidad insultante para las subidas, inferior a lo que cuesta la cena de navidad y a lo que cobra prácticamente cualquier directivo de la Empresa. Después de la mezcla de rabia y frustración que supuso la jugada de la Empresa, empezó a forjarse la determinación en la plantilla huelguista de mantener la huelga más allá del siguiente fin de semana, de cruzar el umbral de los diez días.

 

   

 

Ante la perseverancia de los huelguistas, aquel mismo jueves la empresa intentó una última carta: la bajada del director a ver a la “chusma” (en sus palabras de hacía unos días) para ver si encontraba debilidades, flaquezas o divisiones. El director tuvo que escuchar verdades muy sencillas que nadie le había dicho a la cara, que le fueron reprochadas una por una públicamente por parte de los huelguistas allí presentes. También se encontró con un apoyo cerrado de los huelguistas a sus compañeros representantes, es decir, al Comité de Huelga. En definitiva, la empresa se pensaba que encontraría un azucarillo para disolverlo con un poco de humedad y se encontró una piedra granítica indisoluble. El incidente acrecentó en los huelguistas la convicción de la profundidad y legitimidad de sus reivindicaciones inmediatas.

 

A la mañana del día siguiente, viernes, varios grupos de huelguistas se desplazaron a las salidas del metro, del ZAL y a los cambios de turno de otras empresas como SEAT Componentes para difundir la huelga y llamar a la solidaridad con la lucha.

 

Durante la mañana, la empresa convocó al Comité de huelga para comunicarle que accedía a ampliar sustancialmente el presupuesto para los incrementos salariales adicionales respecto a lo que ya estaba en su propuesta inicial. Después de algún infructuoso intento adicional de maniobra en la negociación por parte de la empresa, se firmó el preacuerdo de más arriba garantizando un plus lineal por presencialidad y las subidas lineales superiores al 6% para los salarios de menos de 30.000€.

 

 

 

Valoración de la huelga

 

Durante todo el proceso la dirección se pensaba que estaba haciendo un pulso con nuestro sindicato y, en realidad, lo estaba haciendo con la plantilla que saca la producción cada día con su trabajo y que había decidido decir basta.

 

Han sido claves la determinación de los huelguistas, la experiencia de las huelgas anteriores organizadas por el sindicato, el apoyo continuo y sistemático de afiliados al sindicato de otras empresas, la coordinación a través de la sección sindical de los dos grupos de trabajadores en huelga (Barcelona y Madrid) así como la Caja de Resistencia (tanto su existencia previa como las aportaciones recibidas).

 

En el piquete se ha respirado en todo momento un ambiente de solidaridad y compañerismo, contando con el apoyo de compañeros y compañeras de otras empresas y muchos trabajadores y trabajadoras huelguistas de la empresa durante todas las horas del día, demostrando que la solidaridad y el compañerismo son nuestra mejor arma ante la prepotencia de la dirección. La solidaridad de la plantilla de la empresa y de muchos otros trabajadores y trabajadoras se ha notado también en las contribuciones recibidas a la Caja de Resistencia.

 

La valoración unánime de los huelguistas y que compartimos plenamente es que el resultado más valioso ha sido, más allá de lo conseguido, la unidad de los huelguistas y la lección que le han dado a la empresa. Todo esto ha sido posible también gracias a la organización en el sindicato de clase y a un trabajo sindical serio y perseverante de años en el interior de la empresa.

 

 

¡Contra la prepotencia de la patronal, huelga indefinida!

¡Por la extensión de la lucha a todos los centros, empresas y sectores!

 

 

 

 

 

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