Estos espacios para inmigrantes no serán centros educativos, aunque impartirán cuatro horas diarias de actividades de conocimiento del entorno social, la realidad del sistema educativo catalán y las características sociales y culturales del municipio en el que viven los alumnos y sus familias, señala la Consejería de Educación.
En la práctica, la medida afectará mayoritariamente a aquellos alumnos procedentes de la inmigración pobre: Magreb, África subsahariana y países del este de Europa más deprimidos.
La Asociación de Trabajadores Paquistaníes en Cataluña, las Asociaciones Ecuatorianas en Cataluña y la Asociación Catalana de Residentes Senegaleses, así como SOS Racismo, han criticado la medida.
"El País"12/7/08