Hace años que varios grupos de trabajadores de las subcontratas de L’Auditori y del TNC estamos organizados en el Sindicato de Clase SUT.

En el año 2009, los trabajadores del servicio de cafetería realizamos una huelga para frenar los abusos que imponía la subcontrata con el beneplácito del Auditori. Toda la plantilla trabajábamos por medio de altas y bajas diarias con código temporal, no teníamos una jornada asegurada, nos pagaban por debajo de convenio, sin vacaciones…

Conseguimos contratos indefinidos ordinarios, un aumento salarial del 45%, categoría de camarero para toda la plantilla, vacaciones pagadas, pluses de nocturnidad y festivos, horas semanales fijadas y una distribución de jornada por franjas horarias escogida por cada trabajador (turnos de mañana, tarde, fines de semana).

En el año 2015, los trabajadores del servicio de acomodación realizamos una huelga para acabar con los recortes que la subcontrata de turno nos imponía bajo orden de L’Auditori, que había reducido el presupuesto a la mitad: servicios de dos horas, división de la plantilla en dos equipos (uno para la entrada, que se iba a la media parte, y otro para la salida), salarios por debajo del convenio del sector, sin subrogación, etc.

Conseguimos contratos indefinidos fijos-discontinuos, un aumento salarial del 27%, servicios mínimos por sala (4 y 3 horas), y un número de efectivos mínimo por sala, el abono de los servicios cancelados, abono de plus de emergencia para servicios preavisados con menos de 8 días, además de que L’Auditori se comprometiera a la subrogación del personal durante 4 concursos. A cada nuevo concurso las subcontratas han intentado rebajar las condiciones contratando a los compañeros nuevos como temporales y en condiciones peores. Por eso en el 2016 convocamos huelga (que no tuvo que realizarse) para que contrataran como indefinidos a 19 compañeros temporales. En el año 2020 reclamamos judicialmente el paso a indefinidos de los compañeros temporales y lo conseguimos justo antes de los confinamientos.

En abril de 2022, los trabajadores de la subcontrata del bar, organizados a través de la Sección Sindical de SUT, conseguimos parar el ERTE ETOP que quería hacer la empresa y que varios liberados de CCOO y UGT le iban a firmar con los ojos cerrados.

El ERTE iba a afectar a 150 trabajadores de toda la empresa (del TNC, Liceu, Auditori, FCB, MNAC, World Trade Center). Un ERTE que gastaba de nuestro paro y que la empresa quería utilizar para meternos y sacarnos del paro a su antojo, y que un trabajador hiciera el trabajo de dos o tres.

También nos hemos opuesto a modificaciones de jornada y sanciones arbitrarias o discriminatorias. Recientemente el Juzgado de lo Social nº18 condenó a la subcontrata de acomodación a abonar una indemnización por daños morales de 7.501 euros a una compañera por haberla degradado y sancionado de manera discriminatoria.

A modo de ejemplo, fuera de L’Auditori: en el Museo Picasso (2019), las compañeras de limpieza que llevaban tres meses sin cobrar forzaron con la huelga que la nueva subcontrata les pagara los salarios que les debía la anterior. En la Pedrera (2021) con tres días de huelga se consiguió un aumento salarial del 17,86%. En las empresas ServiZurich y G&D (2020) se consiguió el abono de los gastos por el teletrabajo. En el Museo Reina Sofía (Madrid, 2022) los compañeros de atención al público no tuvieron ni que iniciar la huelga porque la subcontrata cedió a todos los puntos de la tabla reivindicativa (aumento de categorías, descanso en fines de semana rotativos, conversión a indefinidos, entre otros).

Un denominador común de todas estas luchas colectivas, es que no solamente tuvimos que pelear contra las empresas, si no que tuvimos que pelear contra las empresas de servicios sindicales que salieron en su defensa.

¿Qué es un Sindicato de Clase?

Un Sindicato de Clase es una herramienta de organización para los trabajadores. Para que esta herramienta sirva realmente a los intereses de la clase obrera y no a los de la patronal hay una serie de líneas rojas que no debe cruzar: no recibir subvenciones de la patronal ni del Estado (ni de las administraciones autonómicas o locales) de ningún tipo, ni siquiera por tener miembros en los Comités de Empresa. No tener liberados, y que ningún afiliado viva del Sindicato. No tener trabajadores asalariados porque dejaría de ser un Sindicato para convertirse en una empresa. Organizarse en contra de todo corporativismo. Ser internacionalista por principio porque los trabajadores asalariados somos de todos lados y necesitamos organizarnos por encima de cualquier división por nacionalidad, raza o sexo. No defender a nadie en las elecciones, ni ser el trampolín para conseguir una poltrona parlamentaria. Sólo de este modo puede mantener su independencia y no integrarse.

Por el contrario, las empresas de servicios sindicales son empresas que tienen trabajadores asalariados (incluso subcontratados en sus oficinas o sedes y con contratos temporales…), tienen liberados y son la puerta de entrada para la poltrona parlamentaria, están ligados a partidos parlamentarios, y reciben subvenciones. Todo esto hace que en vez de ser una herramienta para nuestra organización sean una herramienta para la empresa.

Éstas son algunas de las subvenciones que reciben las organizaciones que actualmente están en el Comité de Empresa de L’Auditori:

• Intersindical CSC: 137.805,58 euros (2021). En su página web se puede leer que “El salari que percep el personal contractat és de 28.202,40 € bruts anuals, exceptuant la Netejadora que percep 6.108 € bruts anuals.” Es decir, tiene trabajadores asalariados y la compañera de limpieza es la que cobra menos. 
• CCOO: 5,3 millones de euros (2021, solamente por representación en los Comités).

No dudamos que pueda haber compañeros y compañeras honestos afiliados a alguna de estas organizaciones, pero es necesario que sepamos que con estas organizaciones vamos atados de pies y manos. Como mucho, como se ha demostrado en los últimos años, se moverán por los intereses corporativistas de algunos (y no precisamente de los que tienen peores condiciones).

Los trabajadores de L’Auditori (fijos, temporales, subcontratados) necesitamos organizarnos al margen de las empresas de servicios sindicales, organizarnos conjuntamente en el Sindicato de Clase superando las divisiones entre trabajadores “de la casa” y “externos”.

De poco nos sirve haber conseguido una mejora, sea por la vía de la huelga o sea por una sentencia judicial si después no estamos organizados para defenderla y que no quede en papel mojado.

Os animamos a contactar para asesoraros ante cualquier duda laboral que tengáis (individual o colectiva). La asesoría es gratuita y solidaria.

SOLIDARIDAD Y UNIDAD DE LOS TRABAJADORES

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JUNIO 2022